El bautizo es el primer paso en el camino de la fe, marcando el comienzo de una nueva vida espiritual.
Este sacramento no solo es un rito religioso, sino también un momento de unión familiar y comunidad.
La primera comunión es un momento de profundo significado espiritual, donde el niño hace su primer encuentro consciente con Jesús.
Recibir la primera comunión es recibir el cuerpo de Cristo, un acto que simboliza la pureza y la esperanza de un nuevo comienzo.